viernes, 25 de enero de 2008

La huidiza cumbre del Rocigalgo


Este post, que habla del miércoles 23 de Enero, tiene en realidad su origen en la primavera pasada, cuando unos amigos y un servidor nos adentramos en los Montes de Toledo a ver la cascada de El Chorro y una vez allí nos picó el gusanillo y decidimos subir hasta el Rocigalgo. Sin conocer el camino, que se perdía entre el monte a cada paso en los tramos finales y con amenazantes nubes que acabaron por descargar sobre nosotros, estaba claro que ese no era nuestro día y que a la cumbre habría que subir en otro momento.

Pues bien, el miércoles pasado fue fiesta en nuestra ciudad, y un grupo de adoptivos aprovechamos para hacer una escapadita a los vecinos montes de Toledo. La idea era acercarse a la cascada de El Chorro, en Los Navalucillos, y dentro del Parque Nacional de Cabañeros, y después continuar camino hasta coronar el techo del sistema montañoso, nada menos que los 1444 metros con que cuenta el cerro del Rocigalgo.

No pudo ser. Una serie de adversidades impidieron que la expedición culminara con éxito, aunque la diversión no faltó en ningún momento. Pero vamos, que ni que se tratara del K2, dos ascensiones fallidas van a convertir el montecito de marras en una cumbre mítica.

En fin, que para que ésto no se repita, a continuación enumeraré una serie de normas a cumplir si uno quiere acabar haciéndose la foto en la cima:

1- No acostarse a las cuatro de la mañana (de la noche antes) con tres copazos entre pecho y espalda.

2- Concretar antes de la salida el número definitivo de asistentes. Ahorra bastante tiempo no tener que esperar a alguien que está durmiendo pero "que pensaba avisar de que no venía".

3- Tramitar el permiso para entrar al parque nada más llegar a Los Navalucillos. Hasta marzo los permisos los dan en el ayuntamiento, a partir de marzo en la oficina de información turística.

4- En la churrería que hay enfrente de la oficina de información turística, pedir porras en lugar de churros. Los churros saben a pescado, o a torreznos, o a algo por el estilo.

5- Llevar los bocatas preparados desde casa. Si no pudiera ser (por ejemplo, ver punto número 1), comprar el pan y el embutido después de solicitar el permiso. Tardan unos 15 minutos en rellenar tres huecos de una plantilla con una máquina de escribir. Además, uno puede ser rebautizado como Tomás.

6- Tener en cuenta que desde Los Navalucillos hasta donde se deja el coche y se empieza a caminar se tarda un buen rato en llegar. No es "un ratito".

7- Pasada la chorrera chica, prestar mucha atención al camino, que cruza el arroyo y va por la ladera oeste. De lo contrario, uno corre el peligro de adentrarse por enrevesadas "vederas" y densas "manchas de aulagas" (según el agente local que emite los permisos).

Y a continuación, unas imágenes:



La Cascada de El Chorro:



Las Cornisas:


La Chorrera Chica:




Y también apareció algo de fauna local/musical:






1 comentario:

Amparos dijo...

¡Éstos son mis chicos! No dejéis de organizar excursiones "caóticas" con cumbres no alcanzadas, ¡son las mejores! Besotes y enviad fotos de la paella, que me muero de ganas por probarla, digo... por verla!

-la paya-