jueves, 26 de julio de 2007

El verano en la meseta

Aunque este verano no está siendo especialmente caluroso, ha habido algunos días en que Lorenzo apretaba más de lo que es llevadero y ha sido menester tomar medidas para refrescarse... para ello hay varias alternativas, y una bastante pintoresca es la de ir a remojarse a las pozas y piscinas naturales que no es que abunden, pero alguna hay en los ríos y arroyos del centro peninsular. Claro que siendo pequeñas las pozas, fuertes los calores y abundante la población en las ciudades circundantes, es inevitable una cierta congestión de visitantes.


Y alguno de nosotros no iba a ser menos, así que con el bañador, la toalla, el bocata y una neverita (nos faltaba el radiocasette, pero esto habría sido demasiado macarra) nos apuntamos a hacer bulto a la orilla de una de estas charcas. Que vistas desde lejos es curioso que no se vea el agua sino a un montón de bañistas con sus sombrillas y colchonetas en medio de un mar de piedras:


Y es que el cerco a la charca es muy estrecho....







jueves, 12 de julio de 2007

perfumes ajenos

Es curioso lo que nos pasa de vez en cuando cuando estamos por ahí o volvemos a casa después de estar en la calle: de repente te llega un olor nítido a un perfume desconocido, pero a veces intenso. Quizás tenías algo entre las manos que huele así, te lo vuelves a acercar... y nada. Qué raro, piensas, pero lo ignoras y sigues a tu rollo. Al rato, de nuevo, vuelves a notar ese olor... de dónde viene? Miras a tu alrededor y no ves nada de donde pueda venir el perfume misterioso... en este momento te hueles las manos... eres tú! Aquí es donde huele! Suele ser en la palma de la mano. Y entonces haces memoria: ibas por la calle y empujaste la puerta de aquella tienda. Estabas en el autobús y te ibas sujetando en esa barra que alguien había tocado antes que tú, contagiando la ciudad de olores ajenos...