jueves, 12 de julio de 2007

perfumes ajenos

Es curioso lo que nos pasa de vez en cuando cuando estamos por ahí o volvemos a casa después de estar en la calle: de repente te llega un olor nítido a un perfume desconocido, pero a veces intenso. Quizás tenías algo entre las manos que huele así, te lo vuelves a acercar... y nada. Qué raro, piensas, pero lo ignoras y sigues a tu rollo. Al rato, de nuevo, vuelves a notar ese olor... de dónde viene? Miras a tu alrededor y no ves nada de donde pueda venir el perfume misterioso... en este momento te hueles las manos... eres tú! Aquí es donde huele! Suele ser en la palma de la mano. Y entonces haces memoria: ibas por la calle y empujaste la puerta de aquella tienda. Estabas en el autobús y te ibas sujetando en esa barra que alguien había tocado antes que tú, contagiando la ciudad de olores ajenos...

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